A través de una selección de obras de diferentes periodos históricos y lenguajes (pinturas, esculturas, instalaciones, vídeos, fotografías, dispositivos archivísticos...), esta exposición analiza el potencial socializador, transgresor y político que tiene el juego cuando aparece vinculado al espacio público. Se parte de una doble premisa: por un lado, la tradición popular del carnaval nos muestra que existe la posibilidad de utilizar la lógica lúdica para subvertir, reinventar y transcender el orden establecido, lo cotidiano devenido en mero ejercicio de supervivencia; por otro...