Pájaros sin alas
Mikel Goikoetxea, más conocido por Goiko, en su tiempo uno de los mejores investigadores de homicidios, sobrevive haciendo trabajos como detective desde que se vio obligado a solicitar la excedencia en la Ertzaintza, la Policía Autónoma Vasca, cuando su vida, su reputación y su matrimonio se derrumbaron por culpa de una falsa acusación de pertenecer a una red de pederastas. Convertido en un apestado social tan sólo unos pocos ex compañeros le ayudan enviándole clientes, como un conocido notario de Bilbao que un día acude a su despacho para pedirle que investigue las causas de la...