Agustín Víctor Casasola nació el 18 de febrero de 1874 en el pueblo de Teocaltiche, Jalisco, México. Es reconocido como uno de los fotógrafos más influyentes y destacados de la Revolución Mexicana, así como un pionero en el uso de la fotografía como medio para documentar la historia contemporánea en su país. Su trabajo ha sido fundamental para entender los acontecimientos de este periodo turbulento y transformador en la historia mexicana.
Desde joven, Casasola mostró interés por la fotografía. En 1898, se trasladó a la Ciudad de México, donde comenzó a trabajar en diferentes estudios fotográficos, lo que le permitió perfeccionar su técnica y estilo. Con el tiempo, decidió abrir su propio estudio en 1903, el cual se convirtió rápidamente en un lugar de referencia para la fotografía comercial y de retrato.
La Revolución Mexicana, que estalló en 1910, representó un punto de inflexión en la carrera de Casasola. Atraído por los eventos que estaban ocurriendo en su país, se unió como fotógrafo a las fuerzas revolucionarias. Su habilidad para capturar momentos clave en la historia le permitió documentar no solo las batallas y conflictos, sino también la vida cotidiana de los soldados y civiles en tiempos de guerra.
Casasola se convirtió en un cronista gráfico de la Revolución, capturando imágenes de figuras emblemáticas como Emiliano Zapata y Pancho Villa. Sus fotografías no solo eran documentos visuales, sino que también contaban historias de dolor, lucha y esperanza. A través de su lente, logró mostrar la humanidad detrás de los conflictos, una característica que lo distinguió de otros fotógrafos de la época.
En 1917, Casasola fundó la Agencia Mexicana de Noticias, donde comenzó a recopilar y distribuir sus fotografías a los periódicos y revistas de la época. Esto le permitió ganar reconocimiento y consolidar su posición como uno de los principales fotógrafos de noticias en México. Su trabajo fue publicado en numerosas revistas y periódicos tanto nacionales como internacionales, lo que contribuyó a difundir su visión sobre la Revolución Mexicana.
A lo largo de su carrera, Casasola no solo se dedicó a la fotografía, sino que también fue un empresario exitoso. En 1921, fundó la Casa de la Fotografía, un proyecto que tenía como objetivo preservar y difundir la historia visual de México. Gracias a su incansable labor, logró reunir una extensa colección de imágenes que documentan la vida en México desde el periodo de la Revolución hasta los años 50.
La obra de Agustín Víctor Casasola ha sido objeto de numerosos estudios y exposiciones. Su archivo, considerado uno de los más importantes en la historia de la fotografía mexicana, fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación en 1995. Las imágenes que capturó no solo son valoradas por su calidad artística, sino también por su valor histórico y documental.
La influencia de Casasola en el campo de la fotografía es innegable. Su estilo directo y su capacidad para capturar la esencia del momento le han valido un lugar destacado en la historia de la fotografía en México y el mundo. Murió el 20 de marzo de 1938, pero su legado perdura en las imágenes que dejó atrás, que continúan inspirando a nuevas generaciones de fotógrafos y amantes del arte.
El trabajo de Agustín Víctor Casasola nos recuerda la importancia de la fotografía como una herramienta para documentar la historia. Su compromiso con la verdad y la justicia a través de su lente ha dejado una huella imborrable, convirtiéndolo en una figura central en la narrativa visual de la Revolución Mexicana y la historia de México.