Simón. ¡Quiero espaguetis!:/ I Want Spaguetti!

La exitosa saga de libros de Stephanie Blake protagonizada por Simón ya tiene serie de animación. Había una vez un conejito que solo quería comer una cosa... ¡espaguetis! Los padres de Simón, enfadados porque se niega a comer cualquier otra cosa, lo castigan en su habitación. Simón se enfada muchísimo hasta que escucha a sus padres hablar de un rico pastel de chocolate... ¿qué hará entonces Simón? Acompañadas de alegres y divertidas ilustraciones, Stephanie Blake nos trae las aventuras de Simón, un pequeño conejo blanco que transmite toda la vitalidad de la infancia. ENGLISH...

He was called to fulfill a mighty quest, filled with fierce battles. A quest to bring hope to the kingdom… Having narrowly escaped death at the hands of the evil Shadow Warriors, Sir Gavin is given a new name by the Prince to signify his new allegiance–to the cause of the one he once swore to kill. Called to share this message to everyone in the land of Arrethtrae, Sir Gavinaugh takes up his sword and embarks on an epic journey. Winning hearts and minds with the power of his words and his skill with a sword, Gavinaugh travels from one end of the kingdom to the other, telling Outdwellers...

Jenny Pinski is the biggest bully at Pine Tree Middle School. Claudia is paired up with her for a science project. Some of Jenny's ideas are awful, but Claudia is afraid to disagree with Jenny. Is her project doomed, or will Claudia find out there's more to this bully than bullying? Fully translated Spanish text. Jenny Pinski es la matona de la escuela Pine Tree. Claudia debe hacer un proyecto de Ciencias con ella, pero Jenny propone algunas ideas que no son muy geniales. Claudia no se atreve a discutir con Jenny, Àconseguir‡n sacar el proyecto adelante o descubrir‡ Claudia que detr‡s...

Hua Xiayu conserva un recuerdo exento de odio de un pasado lleno de humillaciones. Solamente su amor al arte y a la vida le hará acepar lo inaceptable en un país terriblemente sumergido en la Revolución Cultural china. ¿Cómo no admirarla a esta víctima, ingenua, que, sin rencor, proclama humildemente su amor a la vida desde la más profunda miseria?

Me llamo Márgara Averbach. Cuando era chica, mis padres, mi hermano y yo viajábamos mucho, siempre en auto. A San Salvador de Bahía, en Brasil; al Cuzco, en Perú; a Ushuaia por una ruta toda de ripio, no de pavimento como ahora. Eran días y días de auto y para que el viaje se nos hiciera más fácil, mi mamá nos leía en voz alta. Un libro a papá, el único que manejaba; un libro, a nosotros dos, en el asiento de atrás. En esos tiempos, lo confieso, a mí me gustaba tanto el viaje como el lugar al que llegábamos. Y me gustaba porque dentro del auto, el aire era todo historias. Desde ...