Estudios Bíblicos Para Niños

En la actualidad, se ve con mayor frecuencia a personas que estallan de ira hasta por lo más insignificante. Los consultorios de psicólogos y psiquiatras se llenan de quienes desean de veras controlar su ira. Aun así, los resultados son insuficientes para acallar ese monstruo que se levanta en su vida y que quieren ocultar. El problema está en que, por más que se esfuercen, todo se queda en buenas intenciones. Aunque la razón les diga que su vida va cuesta abajo, la ira que sienten trata de justificar por todos los medios sus malas acciones. Entonces, ¿no hay esperanza? Cuando se habla ...

This book speaks of hope, of our home, of happiness and of heaven. It is about light, life, laughter, and love. It is about God, goodness, and grace. In this comments of ACIM, Jon Mundy explores happiness, offering a clear and intuitive way to the most significant lessons of the manual.

Aunque teóricamente todos los sistemas teológicos del cristianismo fueron elaborados a partir de la Biblia, la verdad es que, en muchos casos, tales sistemas pronto adquirieron una autoridad propia que impuso con rigidez sus conclusiones a la labor exegética. Esto ha sido especialmente cierto en el caso de la mujer. Así, a lo largo de los siglos se han presentado como axiomáticas algunas proposiciones que limitaban de forma considerable el liderazgo de la mujer en la iglesia. En este libro la autora propone someter a examen estas interpretaciones que, por ceñirse a ciertas tradiciones...

Algunos de nosotros parecen haber dejado la resurrección en un lugar muy lejano -quizás para algunos, inexistente- en nuestra predicación. Cuando esto es así, no está en armonía con la proclamación bíblica del Evangelio. Les insto a que se sienten con su Biblia y lean detenidamente y en oración el libro de los Hechos. Allí encontramos una predicación genuina y llena del Espíritu Santo de las buenas nuevas de Jesucristo. Observarán allí la prominencia, a veces incluso la primacía, de la resurrección de Cristo. Un Salvador moribundo compró nuestro perdón; un Salvador vivo...