Jon Sobrino es un sacerdote y teólogo español, conocido por su contribución a la Teología de la Liberación, un movimiento dentro de la teología cristiana que busca entender la fe desde la perspectiva de los pobres y oprimidos. Nacido el 12 de noviembre de 1938 en la ciudad de San Sebastián, España, Sobrino ha dedicado gran parte de su vida y carrera a la reflexión teológica y al compromiso social, especialmente en América Latina.
A los 18 años, entró en la Compañía de Jesús (los jesuitas), una orden religiosa que ha sido históricamente comprometida con la educación y el trabajo social. Después de completar su formación, Sobrino fue enviado a América Latina, donde vivió y trabajó en El Salvador durante muchos años. Este periodo fue clave para su desarrollo como teólogo y activista, ya que fue testigo de las injusticias y violaciones de derechos humanos que sufrieron muchas comunidades durante la guerra civil salvadoreña.
Uno de los aspectos más destacados de la vida de Sobrino es su relación con el arzobispo Óscar Romero, quien se convirtió en un ícono de la lucha por los derechos humanos y la justicia social. Romero fue asesinado en 1980, y su muerte marcó un punto de inflexión en la historia de El Salvador y de la Iglesia Católica en el país. Sobrino ha sido un ferviente defensor de la memoria de Romero y ha analizado su legado en sus obras. En este sentido, Sobrino considera que la vida y el martirio de Romero son una clara expresión de la teología de la liberación, que busca visibilizar el sufrimiento de los desposeídos y ofrecerles esperanza.
A lo largo de su carrera, Jon Sobrino ha escrito numerosos libros y artículos que abordan temas como la justicia, la pobreza, el sufrimiento y la búsqueda de la paz. Algunas de sus obras más conocidas incluyen "Cristología: en la crisis actual de la humanidad", "La fe en tiempos de crisis" y "La fuerza de la debilidad". Su enfoque teológico se centra en la figura de Jesús como un liberador que se identifica con los oprimidos y que llama a sus seguidores a actuar en favor de la justicia social.
Además de su trabajo académico, Sobrino también ha sido un activista comprometido. Ha participado en numerosas campañas y movimientos, tanto en El Salvador como en otros lugares, en defensa de los derechos humanos y la dignidad de las personas. Su compromiso con la justicia social lo ha llevado a enfrentarse a situaciones difíciles y riesgosas, pero siempre ha mantenido su fe en la esperanza y la posibilidad de un cambio positivo.
En sus obras, Sobrino aborda la importancia de la experiencia concreta de las comunidades empobrecidas y la necesidad de que la teología se base en esa realidad. Esto ha llevado a un enfoque más contextualizado de la fe, donde la reflexión teológica se nutre de la vida y las luchas de los pueblos. Sobrino argumenta que la verdadera fe debe llevarnos a comprometernos con los que sufren y a trabajar por un mundo más justo.
A lo largo de su vida, Jon Sobrino ha recibido reconocimiento y premios por su trabajo en el ámbito de la teología y los derechos humanos. Su legado sigue influyendo en nuevos teólogos y activistas que buscan integrar la fe con la lucha por la justicia social.
En resumen, Jon Sobrino es una figura fundamental en el ámbito de la teología contemporánea y un defensor incansable de los derechos de los oprimidos. Su trabajo ha contribuido a dar voz a aquellos que a menudo son silenciados y ha inspirado a muchos a seguir su ejemplo en la búsqueda de un mundo más justo y solidario.