Félix Francisco Casanova fue un destacado poeta y escritor español, nacido el 23 de diciembre de 1944 en Santa Cruz de Tenerife, en las Islas Canarias. Su vida y obra dejaron una huella perdurable en la literatura canaria y española, marcando un hito importante en la poesía contemporánea de habla hispana. Desde temprana edad, mostró una inclinación hacia la literatura, influenciado por el paisaje canario y la rica tradición cultural de su tierra natal.
Después de completar sus estudios en Santa Cruz, Casanova se trasladó a Madrid para estudiar en la Universidad Complutense, donde se sumergió en la vida literaria y cultural de la capital. Su carrera literaria comenzó a gestarse en este entorno estimulante. En 1971, publicó su primer poemario titulado “El corazón de los cielos”, que fue bien recibido por la crítica y marcó el comienzo de su andadura como poeta. A través de su poesía, exploró temas universales como el amor, la muerte, la soledad y la naturaleza, llenando sus versos de imágenes evocadoras y musicalidad.
Uno de los rasgos más distintivos de la obra de Casanova es su conexión con el entorno canario. Sus poemas a menudo reflejan el paisaje de las islas, la cultura local y las vivencias personales. A medida que su carrera avanzaba, sus obras adquirieron un tono más introspectivo, profundizando en su búsqueda de identidad y sentido. La violencia de su tiempo, sumada a su perspectiva única, le permitió conectar con una audiencia más amplia, resonando en el corazón de muchos lectores.
En 1982, publicó “Poemas de la tierra”, una obra que consolidó su reputación como uno de los poetas más importantes de Canarias. Este libro fue un homenaje a su región, un intento de capturar la esencia de su tierra a través de la palabra. La crítica alabó la forma en que su poesía evocaba la belleza natural de las islas y su habilidad para transmitir emociones complejas mediante un lenguaje sencillo pero profundo.
A lo largo de su trayectoria, Casanova recibió varios premios y reconocimientos literarios que avalaron su contribución a la poesía. Su obra fue traducida a varios idiomas, lo que le permitió alcanzar un público más amplio y establecerse como una figura relevante en la literatura hispanoamericana. A pesar de su éxito, Casanova permaneció arraigado en las Islas Canarias, donde continuó escribiendo y participando en actividades culturales.
Además de su labor como poeta, Félix Francisco Casanova también fue un prolífico ensayista y crítico literario. Colaboró en diversas revistas literarias y culturales, donde escribió sobre la literatura canaria y española, promoviendo a otros escritores y fomentando el diálogo cultural. Su compromiso con la literatura y su pasión por la educación lo llevaron a trabajar como profesor, donde compartió su amor por las letras con nuevas generaciones de estudiantes.
La muerte de Casanova el 27 de enero de 2008 dejó un vacío significativo en el panorama literario español. Su legado perdura, no solo en sus obras, sino también en el impacto que tuvo en la comunidad literaria canaria. A través de su poesía, logró conectar con las emociones más profundas de los seres humanos, llevando la riqueza de su tierra a los corazones de sus lectores.
En resumen, Félix Francisco Casanova fue un poeta cuyo trabajo encapsuló la esencia de su cultura y su experiencia personal. Con su pluma, nos brindó una visión única de la vida y del mundo que lo rodeaba, dejando una marca indeleble en la literatura de Canarias y más allá. Su obra continúa inspirando a nuevos escritores y lectores, asegurando que su voz siga resonando en el panorama literario contemporáneo.