Palabras al azar

Es noche de brujas. Paco, el perro, debe quedarse en casa cuando los niños salen a pedir dulces y a participar en un concurso de disfraces. Sin embargo... Edición bilingüe español - inglés, ilustrada. It is halloween. Paco, the dog, must stay at home while the kids go out to ask for candies and to take part in a costume contest. However... Spanish - English edition, illustrated.

En Belinda, firmado inicialmente bajo el pseudónimo de Anne Rampling, Anne Rice se permite su prosa más intensa y erótica para sumergirnos en una historia de amor prohibido y descubrirnos los oscuros recovecos de la pasión. Jeremy Walker es un famoso ilustrador infantil que encuentra en Belinda, una jovencita precoz, la materialización de sus fantasías sexuales. La inocencia juvenil y la madurez sexual despiertan en Jeremy una pasión imposible de ignorar. El deseo por una mujer tan joven es una transgresión arriesgada y, por ello, resulta indomable. La relación que se establece entre ...

Connor Malone, director de El Balneario Hutton, estaba seguro de que lo que la serie televisiva necesitaba para aumentar la audiencia era meter a un hombre y a una mujer soltera entre los personajes y crear un romance, pero Jennet Galbraith, la guionista, se negaba. Cada vez que se veían, discutían; pero cuando ambos admitieron que la animosidad ocultaba una atracción mutua, se dieron cuenta de que la idea de mantener un romance no era tan disparatada.

Premio Memorial Silverio Cañada de la Semana Negra de Gijón «Es muy buena, buenísima, una joya. Mallo nos promete que habrá más novelas con el comisario Lascano. Que no tarde.» Ernesto Ayala-Dip, El Correo «En la más rigurosa y perfecta tradición de la novela negra, Mallo nos regala este libro para leer sin parar y sin aliento.» Ana María Shua «Una lectura vertiginosa, intensa, que provoca al pensamiento.» The Guardian «Si quiere leer una buena policiaca que, superando el marco del género, ofrezca la visión de una ciudad o un país, esta novela es para usted.» Le Monde...

Un día, tampoco hace tanto, conduciendo el coche por la autopista, en nada me sorprendió un ligero atasco. Algunos coches que por delante de mí iban, de súbito, los unos se mudaron al carril derecho y los otros lo hicieron al izquierdo y de frente, dos perros. El uno tendido en el suelo, el otro de pie, con la cabeza desafiante, defendiendo –pronto lo comprendí para raudo frenar- al compañero herido de ser atropellado. Desafiaba con su cabeza para desviar la circulación al tiempo que con sus ojos pedía perdón a cuantos nos interrumpía el paso. Así al menos lo traduje yo Me...