Gottfried Wilhelm Leibniz nació el 1 de julio de 1646 en Leipzig, Alemania, en el seno de una familia académica. Su padre, Georg Leibniz, era un profesor de filosofía y derecho en la Universidad de Leipzig, lo que influyó notablemente en el desarrollo intelectual de Gottfried. Desde una edad temprana, mostró un talento excepcional para el estudio; a los 15 años, ingresó a la universidad donde estudió derecho, filosofía y matemáticas.
Leibniz es quizás mejor conocido por sus contribuciones a la matemática y la filosofía. Fue uno de los creadores del cálculo, de manera independiente y casi simultáneamente con el matemático inglés Isaac Newton. Aunque ambos desarrollaron el cálculo en paralelo, sus enfoques y notaciones diferían significativamente. La notación de Leibniz, que utiliza el símbolo d para denotar la derivada, se ha mantenido en uso hasta el día de hoy.
En su obra Nova Methodus pro Maximis et Minimis, publicada en 1684, Leibniz establece las bases de su notación y sus teorías sobre el cálculo infinitesimal. Esto fue un avance monumental que sentó las bases para el análisis matemático moderno y influenció a generaciones de matemáticos y científicos.
Además de sus aportes matemáticos, Leibniz también realizó importantes contribuciones en el campo de la filosofía. Una de sus ideas más notables es la teoría de las monadas, que son entidades simples, indivisibles y fundamentales que componen la realidad. Según esta teoría, todo en el universo está compuesto por estas monadas, que son "ventanas" a través de las cuales se percibe el mundo. Leibniz argumentó que estas monadas están programadas por Dios para operar en armonía, en lo que se conoce como armonía preestablecida.
Leibniz también fue un defensor de la razón y la lógica como fundamentos del conocimiento. En su obra, Theodicy, publicada en 1710, discutió el problema del mal y defendió la idea de que vivimos en "el mejor de los mundos posibles", a pesar de la existencia de sufrimiento y maldad. Su capacidad para reconciliar la fe y la razón tuvo un gran impacto en la filosofía y teología posteriores.
Durante su vida, Leibniz mantuvo correspondencia con muchos de los pensadores más influyentes de su tiempo, incluyendo a John Locke, Christian Wolff y Samuel Clarke. Su relación con Newton fue más controvertida, ya que ambos se involucraron en un feroz debate sobre la prioridad del cálculo, un conflicto que se extendió durante años y tuvo repercusiones en el desarrollo de la matemática.
Leibniz también se interesó por una variedad de otros campos, incluyendo la teología, la historia, la lingüística y la mecánica. Sus ideas sobre la lógica y el lenguaje anticiparon en cierto modo el desarrollo de la lógica moderna y la teoría del lenguaje. Creía en la posibilidad de crear un lenguaje universal que pudiera expresar todas las ideas humanas de manera precisa y sin ambigüedades.
En sus últimos años, Leibniz ocupó varios cargos en la corte de Hannover, donde continuó su trabajo en matemáticas, filosofía y política. A pesar de sus importantes contribuciones, Leibniz enfrentó dificultades financieras y no recibió el reconocimiento que merecía en su tiempo. Falleció el 14 de noviembre de 1716 en Hannover, dejando tras de sí un legado que tuvo un impacto profundo en la historia del pensamiento.
Su influencia se extiende a través de múltiples disciplinas, y su trabajo ha inspirado a filósofos, matemáticos, científicos y teólogos durante siglos. A través de su vida y obra, Leibniz nos legó una visión más profunda de la relación entre la razón, la lógica y el universo, y su pensamiento sigue siendo relevante y estudiado en la actualidad.