Nos vamos a la granja (We're Going to the Farm)

HACE MUCHO TIEMPO EN UNA GALAXIA MUY, MUY LEJANA... Tras la caída del Imperio, pero antes del levantamiento de la Primera Orden, un cazarrecompensas solitario, conocido como el mandaloriano, viaja por los confines del Borde Exterior en busca de su siguiente misión. Sin embargo, cuando su nuevo objetivo resulta ser un niño, decide protegerlo a toda costa. Revive la emoción de la primera temporada de la exitosa serie en esta novela llena de acción, escrita por Joe Schreiber.

Frente a la fuente de deseos, Emilio tiró una modena y, cerrando los ojos, pidió tener una mascota. ¡Pero una de verdad! Ya estaba harto de pedirle a sus papás que le compraran una y que su mamá siempre le contestara ¿Para qué más mascotas? Ahí tienes los peces que te compré en la tienda. Emilio no podía entender por qué su mamá le llamaba mascotas a unos (bichos) que vivían prisioneros en una pecera, que abrían la boca sin hacer ruido y que, para colmo, no podía acariciar.

Todo empezó al ir mal en el día en que mis padres nos obligaron a Marty y a mi a ir a la biblioteca todas las tarde al salir del cole. Te juro que si nuestra bibliotecaria fuera aburrida y silenciosa como todas del mundo no hubiera pasado NADA fuera de lo normal. Pero, NO, la nuestra escondía un secreto horripilante: en ella habitaba un monstruo apestoso que odiaba a los niños y se llamaba...¡¡¡bibliotecaria!!!

Primer día de curso en el Colegio Wisteria para Hadas y alguien ha robado el polvo mágico de la Marmita Dorada. ¡Menudo desastre! ¿Quién habrá sido? Huellas, pisadas, una ciénaga burbujeante... ¡y un trol empachado! ¡Esta es una misión para el equipo H! Las hadas existen y están por todas partes. Las hay de todo tipo: hadas de chimenea, que se dedican a proteger la paz en los hogares; hadas de las flores, que se encargan de cuidar a las plantas para que crezcan; hadas de puchero, que viven en las cocinas y vigilan que no se queme la comida; hadas de la risa, que siempre están...