Marinero En Tierra Firme

The first title in a series that compiles The Odyssey's most famous adventures, this chapter book begins with Odysseus returning home from the Trojan War and his encounter with the evil Cyclops. This series is an ideal introduction to the epic poem, and the themes of war and heroism.

Stella vive una apasionante aventura junto a su amiga Dana y sus hermanos Ainé y Ceix. En Centinelas de los hielos, volvemos a encontrarnos con Pau y con otros nuevos amigos, tanto del mar como de la tierra. En su viaje a antiguas civilizaciones y mares exóticos, descubrirán tesoros ocultos que solo existían en los mitos y leyendas. El Consejo de ancianos les confiará una misión especial para hacer frente a las ambiciones de poder de los que quieren dominar a hombres y sirenas. Vivirán peligros y conspiraciones, asesinatos y traiciones, pero junto al dolor experimentarán el amor y el...

Frank Einstein está chiflado... Tanto que ¡mira lo que ha inventado esta vez! Un día, mientras Frank hacía un experimento un poco rarito, un rayo cayó sobre su laboratorio y dio vida a su último invento: ¡los robots Klink y Klank! Aunque no son para nada lo que Frank imaginaba, con la ayuda de estos robots estará chupado crear un Motor Antimateria y ganar con él el Premio de Ciencias de Midville. O al menos eso parece, hasta que entra en juego su archienemigo T. Edison... Otros autores famosos opinan... «Jamás se me ocurrió pensar que la ciencia fuese tan divertida... Hasta que...

Descubre al hermano de Judy Moody ¡Qué porquería! ¡Qué peste! ¡Qué hedor! Explora con Stink la Máquina de Vómitos, el Medidor de Eructos o los Pedos Musicales que se encuentran en la Exposición de Porquerías organizada por el Museo de Ciencias, y descubre con él que su nariz tiene increíbles poderes. Desde hace tiempo Stink está interesado en todo tipo de cosas pestilentes. En esta ocasión él y su mejor amiga ¡se presentan a un concurso de zapatillas apestosas! Así comienza Stink y las deportivas más superapestosas del mundo: ¡Qué porquería! ¡Qué peste! ¡Qué hedor!...