Roberto Arlt, nacido el 2 de abril de 1900 en Buenos Aires, Argentina, fue una de las figuras más influyentes y polémicas de la literatura argentina del siglo XX. Criado en un entorno familiar complicado, Arlt vivió una infancia marcada por la precariedad económica. Su padre, un inmigrante alemán, y su madre, de ascendencia española, se separaron cuando él aún era un niño, lo que tuvo un profundo impacto en su desarrollo personal y su obra literaria.
Desde temprana edad, Arlt mostró interés por la escritura y la literatura, aunque su trayectoria no fue lineal. En su adolescencia, dejó la escuela para trabajar en diversos oficios, que incluían desde vendedor de productos hasta mecánico. Esta experiencia laboral le proporcionó una perspectiva única sobre la vida urbana y las clases sociales, que posteriormente se reflejarían en su obra.
En 1926, Arlt comenzó a publicar su famosa serie de Los siete locos, una novela que exploraba las tensiones sociales y políticas de Argentina. Esta obra se caracteriza por sus personajes marginales y el uso de un lenguaje crudo y directo, un rasgo distintivo que Arlt mantendría a lo largo de su carrera. Su estilo fue considerado innovador y rompedor, lo que le valió tanto admiración como críticas.
- Los siete locos (1929) - La historia de un grupo de inadaptados que se unen para llevar a cabo un plan de revolución y desestabilización.
- Los lanzallamas (1931) - Una novela que narra la vida de un escritor frustrado que busca hacerse un lugar en la sociedad.
- El amor brujo (1932) - Una historia que explora el amor, la traición y la pasión en el contexto de una Buenos Aires oscura y sombría.
Arlt también fue un prolífico autor de obras de teatro y ensayos. Su infatigable exploración de lo que él consideraba la realidad argentina fue una constante en su obra. A través de sus textos, Arlt logró captar la esencia de una sociedad en crisis, reflejando las contradicciones y luchas de su tiempo. Esta perspectiva social se puede observar en sus crónicas periodísticas, que publicó en el diario El Mundo, donde abordó temas como la política, la cultura y la vida cotidiana de los argentinos.
Además de su obra literaria, Arlt fue un pionero en la utilización del lenguaje coloquial y la expresión popular en sus escritos. Su estilo fue visto como un precursor de lo que más tarde se conocería como literatura de la calle. Arlt es considerado uno de los precursores del realismo sucio, un movimiento que influyó en numerosos escritores contemporáneos y posteriores, tanto en Argentina como en el mundo.
A pesar de su éxito, la vida personal de Arlt fue tumultuosa. Luchó con problemas de salud, depresión y adicciones. A pesar de sus demonios internos, su pasión por la escritura nunca flaqueó. La relación con su familia también fue compleja, aunque su matrimonio con la actriz y escritora Fanny Langer fue uno de los aspectos más estables de su vida. Juntos tuvieron tres hijos, pero el matrimonio estuvo marcado por conflictos y desencuentros.
Roberto Arlt falleció el 26 de julio de 1942, a los 42 años, dejando un legado literario que sigue siendo estudiado y admirado en la actualidad. Su obra no solo se limita a la narrativa y el teatro; su influencia ha llegado a la literatura contemporánea, donde su estilo y temática continúan resonando. Autores como Jorge Luis Borges y Julio Cortázar reconocieron su impacto en la literatura argentina y mundial.
En resumen, Arlt fue un innovador, un crítico agudo de la sociedad y un narrador auténtico. Su habilidad para captar la esencia de la vida urbana y las luchas de los individuos marginados lo colocan como un ícono de la literatura argentina. Su legado perdura, invitando a las futuras generaciones a explorar los rincones oscuros y luminosos de lo humano a través de la palabra escrita.