Helmuth Plessner nació el 4 de septiembre de 1892 en Wiesbaden, Alemania, y falleció el 12 de diciembre de 1985 en Göttingen. Fue un filósofo, sociólogo y teórico de la cultura alemán, conocido por su trabajo en el campo de la teoría social y la filosofía de la vida. Plessner es considerado uno de los principales representantes de la Fenomenología y la Sociología del Conocimiento, así como uno de los fundadores de la filosofía de la vida en Alemania.
Plessner creció en una familia judía, pero su educación se realizó en un ambiente laico. Ingresó a la Universidad de Fráncfort en 1911, donde estudió ciencias naturales, filosofía y psicología. La Primera Guerra Mundial interrumpió su formación, y fue llamado al servicio militar, donde experimentó el horror de la guerra, una experiencia que impactaría significativamente su pensamiento posterior.
Después de la guerra, Plessner continuó sus estudios y se doctoró en 1921 con una tesis sobre la categoría de lo orgánico en el pensamiento filosófico. Su primer trabajo importante, “La categoría del hombre”, publicado en 1928, es un análisis que combina filosofía, biología y sociología. En esta obra, Plessner introduce el concepto de “posicionalidad”, que describe cómo los seres humanos, a diferencia de otros seres vivos, son conscientes de su existencia y de su relación con el mundo. Esta idea se centra en la interdependencia del ser humano con el entorno y ha sido influyente en la comprensión de la subjetividad.
En la década de 1930, Plessner se trasladó a los Países Bajos debido a la creciente amenaza del nazismo en Alemania. Allí, continuó su trabajo académico y se convirtió en un destacado intelectual exiliado. Durante este período, sus estudios se centraron en la sociología y la teoría de la cultura, contribuyendo a la discusión sobre el papel del individuo en la sociedad y la naturaleza de la existencia humana.
Una de las contribuciones más significativas de Plessner es su teoría de la “moralidad de la distancia”, que establece que la percepción de uno mismo y de los otros es mediada por la distancia social y cultural. En su obra, “El hombre y su posición en el mundo”, Plessner argumenta que los seres humanos son seres de intencionalidad y que su existencia se construye en la intersección de lo biológico, lo social y lo cultural.
A pesar de sus éxitos académicos, la llegada del nazismo lo obligó a abandonar Alemania, y finalmente se estableció en la ciudad de Göttingen, donde continuó su carrera como profesor y pensador. Su trabajo se volvió cada vez más interdisicplinario; en su obra final, “La lógica de lo vivido”, Plessner explora el significado de la vida y la experiencia humana desde una perspectiva filosófica y psicoanalítica.
Plessner también fue un defensor del humanismo y se opuso a las tendencias totalitarias de su tiempo, argumentando que el reconocimiento de la pluralidad y la diversidad en la sociedad es esencial para la convivencia. Su pensamiento ha influido no solo en la filosofía y la sociología, sino también en la psicología y la teoría cultural.
En su vida personal, Plessner se casó con su esposa, una maestra de música, y tuvo tres hijos. A lo largo de su vida, mantuvo un compromiso con el estudio y el pensamiento crítico, lo que lo llevó a ser reconocido como una figura importante en la filosofía alemana del siglo XX.
Helmuth Plessner dejó un legado que sigue siendo relevante en el contexto contemporáneo. Su enfoque en la ontología y la fenomenología humanas, así como su crítica a la modernidad, invitan a la reflexión sobre la condición humana y la sociedad. Su obra ha sido redescubierta en las últimas décadas, y su influencia perdura en varias disciplinas académicas.
Fuente: Obras de Helmuth Plessner y estudios sobre su filosofía.