Las Chicas de Rose Hill

Tres delgadas celebridades deberían ser pan comido después del duro y agresivo mundo de Wall Street ¿cierto? Kate Ryan puede estar al tanto de tomar decisiones legales importantes, pero está a punto de entregarse a las reglas del reality, donde nada es lo que parece. Quién hubiera pensado que unos días entre las cámaras que grababan para un programa de bajo presupuesto serían tan desafiantes, o que las garras de una anitgua reina de la primavera, una desplazada estrella de telenovela y una amante de gatos quejumbrosa serían tan afiladas...

Por un lamentable error, la guerrilla argentina secuestra a un gris cónsul honorario, sin ningún interés para el gobierno británico. La pretensión de negociar queda rápidamente frustrada, y el cónsul, Charles Fortnum, queda en manos de un grupo encabezado por un ex sacerdote con el que le unieron vínculos de amistad.

Narrada a través de los ojos de un joven falangista madrileño, esta novela, con tintes autobiográficos, se divide en tres partes: En la primera, «Flores de lis», se narra la desaparición de la monarquía tras las elecciones municipales de 1931, ante la previa desidia y frivolidad de los que se supone deberían ser sus más acérrimos defensores. La segunda parte, «Himno de Riego», se inicia con la proclamación de la república, una república esperanza de muchos y pesadilla de otros. Las familias distinguidas alargan sus veraneos en su «exilio» en Francia a la espera de...

Segundo de la serie. Querida tía:La soledad del Outback australiano me está volviendo loca. Estoy a doscientos kilómetros del cine o de la discoteca más cercanos y es muy difícil conocer hombres. Las pocas citas que he tenido han sido completamente olvidables, pero ahora he conocido por Internet a un hombre cariñoso, divertido e inteligente y creo que me he enamorado. Estoy deseando ir a la ciudad a conocerlo, pero llevo toda la vida oyendo que soy demasiado precipitada e impulsiva, por eso necesito consejo. ¿Qué me recomiendas?

Diagnóstico: Tendencia a provocar aceleración del pulso, noches en vela y cotilleos de hospital Tratamiento: Alejarse de él, ¡YA! Los Fortune y los Mendoza habían esperado con ansiedad la recuperación de Javier. Por fin empezaba a mejorar y nadie se alegraba más de ello que su enfermera, Leah Roberts. Había sido su fuente de apoyo durante todo el proceso, pero empezaba a tener pensamientos muy poco profesionales. Estaba perdiendo el corazón por su coqueto y seductor paciente. ¿Pero estaría sufriendo también Javier un caso de amor verdadero?