Bernard Nathanson, nacido el 27 de julio de 1926 en Nueva York, fue un reconocido médico y activista pro-vida que tuvo un papel fundamental en el debate sobre el aborto en Estados Unidos. A lo largo de su vida, Nathanson fue una figura controvertida, inicialmente asociado con el movimiento pro-elección y más tarde convertido en un vehemente defensor de la vida no nacida.
Después de completar su educación en la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York, Nathanson se especializó en obstetricia y ginecología. En la década de 1960, fue uno de los cofundadores de la organización "NARAL (National Association for the Repeal of Abortion Laws)", que promovía el derecho al aborto. En ese momento, Nathanson había realizado miles de abortos, lo que le otorgó una perspectiva única sobre el procedimiento y sus implicaciones.
Sin embargo, a medida que avanzaba en su carrera, Nathanson comenzó a cuestionar sus propias creencias. En 1979, después de una profunda reflexión sobre el impacto del aborto y sus consecuencias éticas, decidió abandonar su postura pro-elección. Este cambio de corazón fue influenciado en parte por la tecnología médica, que le permitió observar fetos en el útero a través de ecografías y otros métodos. Ver el desarrollo fetal cambió su percepción sobre la vida y su valor.
A partir de 1979, Nathanson se convirtió en un defensor del movimiento pro-vida. Publicó varios libros y artículos en los que exponía su transformación y criticaba la legalización del aborto. Su obra más conocida, “Aborting America”, publicada en 1979, es un análisis de la industria del aborto y un relato personal de su evolución desde un médico abortista a un defensor de la vida. En este libro, argumenta que la legalización del aborto había llevado a una deshumanización de la vida fetal y a un desprecio por los derechos de los no nacidos.
Además de su labor escritora, Nathanson también fue director del documental “The Silent Scream”, lanzado en 1984. Este documental mostraba una ecografía en tiempo real de un aborto, y se convirtió en una herramienta poderosa en el movimiento pro-vida. A través de imágenes gráficas, el documental intentaba sensibilizar al público sobre los efectos del aborto, lo que llevó a un aumento en la conciencia y el activismo pro-vida a nivel nacional.
A pesar de sus contribuciones al movimiento pro-vida, Nathanson fue una figura polarizadora. En su vida personal, enfrentó críticas tanto de sus antiguos aliados como de sus nuevos defensores. Algunos lo elogiaron por su valentía al cambiar de opinión, mientras que otros lo veían como un traidor a la causa pro-elección. Sin embargo, su impacto en la conversación sobre el aborto fue indiscutible.
Además de su activismo, Nathanson también se involucró en la religión. Se convirtió al catolicismo en 1996, lo que reflejó aún más su transformación personal y su búsqueda de una base moral para sus creencias. Esto, sin duda, proporcionó un nuevo marco para su defensa de la vida y su crítica al aborto.
Durante sus últimos años, Nathanson siguió escribiendo y dando charlas sobre sus experiencias y su activismo. A menudo, compartía su historia personal como un testimonio de cambio y redención, instando a otros a considerar la vida y la dignidad de los no nacidos. Murió el 21 de febrero de 2011, dejando un legado complejo marcado por su cambio de opinión y compromiso con la defensa de la vida.
Bernard Nathanson es recordado no solo por sus contribuciones al debate del aborto, sino también por su capacidad de cambio, un recordatorio poderoso de que las personas pueden evolucionar en sus creencias y acciones a medida que adquieren nuevas perspectivas y comprensión.