La caja del cachimán

Pedro, el protagonista, relata en primera persona un buen número de escritos con el propósito de estimular su curiosidad y por el puro placer de indagar en su memoria para encontrar el detalle y las percepciones sobre las que nunca antes se había interesado. Reviviendo pequeñas cosas, evocando ilusiones, complejos, sueños y aspiraciones de su adolescencia, se topa con el espejismo de una relación y el ensueño de una mujer que merece un sitio en su vida.

Cuando un despiadado enemigo lanza por fin su ataque, Mia y Korum se enfrentan a la prueba más grande por la que haya pasado hasta el momento su relación. Pero son los secretos del propio Korum los que al final podrían llegar a destruirles. Desde las playas de Costa Rica hasta un planeta en una galaxia lejana, la suya es una historia de amor que podría cambiar el mundo.

Romance en el trabajoKATY EVANS ÇAhora las reglas las pongo yoÈ, le dijo Kit Walker, el jefe nuevo. Pero la que mandaba era Alexandra. ÀQuién pensaba Kit que era? El heredero acababa de llegar y ya quer'a mandar, pero si Alexandra lo sorprend'a comport++ndose mal, su padre lo desheredar'a. Parec'a f++cil, Àno? No cuando la qu'mica entre ambos era irresistible. Iron'as del destino, ten'an que desarrollar una aplicaci--n de citas juntos. ÀPodr'a ser él la pareja perfecta? ÀO tal vez el esc++ndalo perfecto?

Bienvenidos al Rancho Multimillonario, la nueva serie romántica de vaqueros de la exitosa escritora de los Estados Unidos, Vanessa Vale, donde el amor te lleva por el camino correcto cuando menos te lo esperas. Todo el mundo cree que soy un vaquero caído en desgracia. Eso me dice que mi coartada está surtiendo efecto. ¿El centro de mi investigación para el FBI? North Wainright. Solo una mirada a ella me basta para quedar cautivado. La quiero, y no tras las rejas. Cuanto más me acerco, más descubro sobre la mujer que he decidido hacer mía. Cuando me entero de lo ocurrido en el Rancho...

Clark Baker era un tipo soberbio, de alta talla y fuerte tórax... la cabeza alzada, altiva, de dios griego y sin presunción. Tenía veintiocho años, una carrera sin finalizar, fama de hombre galante y no conocía ser en el mundo ante el cual se sintiera supeditado. Carecía de familia, la vida para él era un sainete divertido, las mujeres un entretenimiento, el juego una necesidad casi física y los viajes por mar lo entusiasmaban en grado sumo. Eso era Clark, el tipo que ahora se acodaba en la borda de aquel buque en el cual había sacado pasaje con objeto de entretenerse unos días......