El tiburón que (No) tenía sueño

What makes a family anyway? Featuring Waldorf-style illustrations and depictions of families of all shapes, sizes and colors, this book gets kids talking about their own families while opening their eyes to the fact that even though families don't always look the same, they all share one special thing-love. This is the Spanish language edition of the children's book. Que hace a una familia de todos modos? Con ilustraciones y representaciones de las familias de todas las formas, tamanos y colores de estilo Waldorf, este libro hace que los ninos a hablar de sus propias familias al abrir sus...

Mary Shelley empezó a gestar esta novela en el verano de 1816, un verano lluvioso y sin apenas sol. Tal vez estas circunstancias extraordinarias propiciaran este relato de terror, en el que no solo se cuenta la historia del joven científico Victor Frankenstein y su " demoníaca criatura " , sino que se abordan temas fundamentales de la naturaleza humana plenamente vigentes en la sociedad actual.

A Didí le encanta dibujar y sobre todo pintar. Usa tanto sus lápices de colores, que estos han decidido arrancarse, asustados de desaparecer en manos del sacapuntas. Pero, cuando están a punto de hacerlo, comprenden la importante función que cada uno de sus respectivos colores tiene en los dibujos de la niña.

In the beloved tale of Goldilocks and the Three Bears, the three bears are in for quite a surprise when they return home and realize that a curious girl has made herself at home in their cottage. Children will eagerly continue reading to see what the bears do when they find their dinner eaten all up! This title, retold in English and Spanish, is an excellent skill-builder for reading and foreign language comprehension. Between the covers of this 32-page book is a classic tale of magic, imagination, and inspiration that delights children again and again. The stories in this series capture...

¿Ahora quién me aúpa?, pregunta Ema cuando está cansada de caminar. Entonces el papá Venancio la lleva de caballito. Y si se queda dormida en el sillón, también él la lleva en brazos hasta la cama. Un día todo se puso raro. Venancio no llegó silbando como siempre, ni le dio a Ema un beso en la nariz ni le revolvió el pelo con la mano.