El ao que el mundo se vino abajo/ The Year of the Rat

Entre las cumbres de la cordillera de los Cárpatos, en Transilvania, se alza el castillo del barón De Gortz. Los habitantes de la aldea de Werst están aterrados, pues han visto humo en la chimenea del torreón del castillo, abandonado desde hace años, y quienes se atreven a acercarse son víctimas de fuerzas inexplicables. ¿Será verdad que el diablo se oculta tras esos muros derruidos, como muchos aseguran? El conde De Télek, recién llegado a la aldea, está decidido a descubrir la verdad, pues el castillo parece tener un vínculo misterioso con la Stilla, el amor perdido de su...

En un árido poblado, un mecánico se verá obligado a trabajar como chofer de un grupo de estrafalarios asesinos. Un niño y sus padres campesinos experimentan la destrucción de su pequeño mundo cuando una cuadrilla de paramilitares desata el terror en la noche más oscura de todas. Un jubilado intenta hacer frente a la inclemencia de los días de la mano de su hija, una joven cercada por una extraña enfermedad. Con un tono directo y cortante, que logra expresión y forma singulares, El último reino, novela finalista del Premio Nacional de Literatura de la Universidad de Antioquia, narra ...

En el reino de Sempera, el tiempo es moneda extraida de la sangre, atada al hierro y consumida para agregar tiempo a la propia vida. La rica aristocracia, como los Gerlings, exige impuestos a los pobres hasta la saciedad, extendiendo sus propias vidas por siglos. Nadie odia mas a los Gerlings que Jules Ember. Hace una decada, ella y su padre eran sirvientes en Everless, el estado palaciego de los Gerlings, hasta que un fatidico accidente los obligo a huir en la oscuridad de la noche. Cuando Jules descubre que su padre esta muriendo, sabe que debe volver a Everless para ganar mas tiempo para...

¿De qué sirve la soledad si no se tiene a alguien con quien compartirla? No son si no aquellos espíritus, agobiados y marchitos, los que tienen las más grandes e inimaginables historias. Gargantas que duelen por guardar palabras, corazones que sangran por sentir. Si solo se vive para sufrir, qué mas da que una vida se extinga en el anonimato. Los años transcurren sin que los corazones cambien y lo único constante es el odio y el desprecio. Temblando de frío, sobre la comodidad de las piedras y el arrullo del hambre, un pequeño osezno reprocha su vida con todo su ser.