Una historia del cómic norteamericano

Bocadillos y viñetas que cuentan una historia: esta es la imagen que nos viene a la mente cuando pensamos en un cómic. Pero en esta descripción nos falta un elemento crucial, un aspecto fraccionado, temporal, que hace que nuestra vida transcurra en paralelo a las vivencias de unos personajes: la serialidad, un elemento que fue inherente al medio durante buena parte de su historia. Es por ello que la visita a la librería o el kiosko se ha convertido, durante generaciones, en un ritual para conocer los avatares de esos niños traviesos, detectives, aventureros, superhéroes...