Serie La guerra de 6oA 3 - (Inteligencia) Imbecilidad artificial

Una clase muy unida. Un profe muy molón..., aunque a veces catastrófico. Piques, movidas y bromas... ¡Ahora entre miembros del mismo bando! ¡La guerra más gamberra que se ha librado jamás! ALBER03_: ¡Reunión del AMPA esta misma tarde! Nos la vamos a cargar. EL_MAXTER_: ¡Error fatal! Como nos expulsen del cole, Olga ya nunca será mi novia... IN3S_: Pues mis padres están emperrados en cambiarme al MenBris. A1_: La reunión... A2_: ... de esta tarde... A3_: ... no es para expulsarnos a nosotros. ESTORDOG_: ¿Es para darnos dónuts? A1, A2, A3_: Al que quieren expulsar es al Píxel....

La de Azafrán y Obituario ha sido una de las mejores ideas: establecer el Tribunal Supremo de Justicia Infantil, encargado de juzgar y sentenciar a los papás que cometan faltas contra los hijos; por ejemplo: obligarlos a leer, ponerles nombres raros, prometerles premios que no piensan darles y hasta hacerlos venir al mundo sin su consentimiento. Naturalmente, el tribunal se compone sólo de niños, aunque su jurisdicción se limite a las narraciones que hacen los dos amigos, a pedido de sus compañeros.

Paloma acaba de cumplir doce años cuando se le presenta la oportunidad de viajar a Cuba, donde su tía supervisa la construcción de un hotel. De la mayor isla del Caribe no sabe mucho más que lo que le ha contado un tío bisabuelo no del todo en sus cabales. Paloma va a descubrir por sí misma la compleja realidad cubana y, en compañía de los amigos que hace al llegar, intenta averiguar si es cierto que su viejo pariente dejó escondido un tesoro antes de escapar de la revolución de 1959. Estrenada en francés en el año 2000, la primera versión de esta novela se alzó con el Premio de ...

Un hipopótamo cansado de su cautiverio en el zoo decide volver a su África natal. Consigue salir del parque con la colaboración de algunas personas, pero lo más sorprendente es que nadie –ni los empleados del zoo, ni los peatones que se cruzan en su camino, ni los clientes y camareros de una pizzería– se extrañe de verlo en libertad.

Agustín vive en un edificio altísimo, desde donde contempla el horizonte, la ciudad y sus paisajes. También desde ahí mira a la gente, a los chicos del vecindario que juegan por ahí. A él le gustaría jugar con ellos, pero lo excluyen por un pequeño detalle: su sombra no es oscura, negra, como las de los demás, sino amarilla, como defectuosa. Cuando un sismo apague las luces de su edificio, ese supuesto defecto se convertirá en envidiable virtud. Un libro para recordar que no es necesaria una catástrofe para buscar el potencial que tienen los otros.