Matar al Mandinga

Una historia de amor, amistad, pasión y odio, la que marcó un proceso de formación, desarrollo y culminación de un movimiento de liberación nacional en un pais africano. Donde los desmanes, el abuso y la crueldad del régimen colonial y sus seguidores, hacen imposible la vida de los pobladores, hasta que, salidos del propio pueblo, no soportando más, un grupo de jóvenes, se alza contra la injusticia y en pleno y prolongado combate, expulsan de su territorio al enemigo.

Esta es la historia de Ismael, un hombre divorciado que quiso cambiar su vida haciendo de su casa un dulce hogar solo para damas. Nunca imaginó que tres amores del pasado harían parte de su presente y, debido a que él era un hombre solo y no tenía herederos, la convivencia se hizo difícil por los celos y la ambición de la herencia. Pero la inesperado llegada de Rolando, resentido y ambicioso, le da un giro a la convivencia. Ismael, creyendo ser correspondido, decide casarse nuevamente y es cuando empiezan los asesinatos y él se sumerge en una pesadilla sin fin.

En el mundo llamado Hyperion, más allá de la Red de la Hegemonía del hombre, aguarda el Alcaudón, una singular y temible criatura a la que los miembros de la Iglesia de la Expiación Final veneran como Señor del Dolor. En vísperas del Armageddon y bajo la amenaza de una guerra entre la Hegemonía, los enjambres éxter y las inteligencias artificiales del TecnoNúcleo, siete peregrinos acuden a Hyperion para recuperar un rito religioso. Todos son portadores de esperanzas imposibles y también de terribles secretos.

En la ciudad donde vive Miguel hay bombardeos y gente que muere asesinada. También hay personas que viven con miedo y en silencio. El protagonista de esta historia pertenece a este grupo de personas; y mientras crece, además de vivir la Guerra Civil y la posguerra, también vivirá intensamente el amor y la amistad. A lo largo de la historia, su vecino, el señor Dámaso, le enseñará el tesoro que los libros contienen; con Estíbaliz, su vecina, descubrirá el poder de la atracción y las pasiones, buenas y malas, que encierra la guerra.