Lectura y relectura de Juan, el discípulo

La idea, el concepto, la visión que cada uno tiene de Dios es como el rostro de Dios que él ve. Y de la visión que tengamos depende, en gran parte, nuestra actitud ante Él. Las ideas falsas de Dios pueden inspirar cierto agradecimiento, temor, miedo, resentimiento, incluso odio... Pero jamás amor. Y no inspiran cariño porque tampoco hacen sentirlo: en esos rostros de Dios no se ve amor. Esos creyentes no se sienten queridos. Y, al que no se siente querido, le resulta imposible querer. Jesucristo es el rostro humano de Dios. En Jesús ya podemos contemplar el verdadero rostro divino, en...

Por si lo querías saber, es la historia de un padre y su relación con sus hijos. A través de las páginas el autor expresa sus sentimientos hacia sus hijos, asegu-rándoles que al crecer, algunas cosas siempre permanecerán igual: Siempre te amaré, siempre te abrazaré y siempre estaré a tu lado.

Una Cita con el Rey ofrece estimulo y abundantes ayudas practicas para convertir la tarea de las devociones en una costumbre que transformara su vida y le producira gozo que esperara con agrado. Aprenda el como y el por que de pasar un tiempo de calidad con Dios y descubra cuan profundamente el Rey esta deseoso de reunirse con usted! Con calidez y honestidad Joel Comiskey senala claramente como usted puede buscar a Dios en su tiempo devocional y explica los beneficios asombrosos que usted experimentara mientras Dios bendice su vida. Con este libro de ayuda y entusiasta, usted puede tener un...

«Tomemos lealmente el Mundo, tal como hoy día se nos presenta a la luz de nuestra razón: no el Mundo de hace cuatro mil años, encerrado en sus ocho o nueve esferas, para el que se ha escrito la teología de nuestros manuales, sino el Universo que vemos emerger orgánicamente de un tiempo y un espacio ilimitados. Despleguemos ante nosotros esta inmensidad profunda. Y tratemos de entender cómo habrá que modificar los contornos visibles de Cristo para que su figura siga ahora como en otro tiempo invadiéndolo todo, victoriosamente. Este nuevo Cristo (y no la figura anticuada que tal vez...