La Bruja Brunilda

Valerie Thomas es una reconocida científica e innovadora estadounidense, famosa por sus contribuciones en el campo de la física, la óptica y la tecnología de imágenes. Nacida el 8 de febrero de 1922 en Washington D.C., Thomas ha dedicado su vida a la investigación y la educación, inspirando a generaciones de científicos y estudiantes, especialmente mujeres en campos STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).

Thomas asistió a la Universidad de Columbia, donde obtuvo una licenciatura en matemáticas y física. A lo largo de su carrera, trabajó en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, donde se destacó en el desarrollo de tecnologías relacionadas con la simulación y el análisis de imágenes. Uno de sus logros más notables fue la invención de un dispositivo que utiliza la tecnología de imágenes tridimensionales, conocido como el "dispositivo de visualización de imágenes tridimensionales". Esta invención ha tenido un impacto duradero en varios campos, incluyendo la medicina y el entretenimiento.

Además de sus logros técnicos, Thomas ha sido una ferviente defensora de la educación en ciencias. A través de su trabajo en la NASA, ha promovido iniciativas para alentar a las mujeres y minorías a considerar carreras en ciencia y tecnología. Su compromiso con la educación ha llevado a la creación de programas destinados a mejorar el acceso y la representación en estos campos.

En reconocimiento a sus contribuciones significativas, Valerie Thomas ha recibido numerosos premios y honores a lo largo de su carrera. Entre ellos se encuentran premios de la NASA y distinciones por su trabajo en la promoción de la diversidad en la ciencia. Además, su historia ha sido presentada en diversos documentales y programas educativos, destacando su papel como pionera en un campo históricamente dominado por hombres.

Valerie Thomas es un ejemplo brillante de cómo la curiosidad científica y la determinación pueden transformar vidas y comunidades. Su trabajo no solo ha avanzado la tecnología, sino que también ha abierto puertas para las futuras generaciones de científicos e ingenieros. Su legado perdura, no solo a través de sus invenciones, sino también a través de su dedicación a la educación y la promoción de la inclusión en la ciencia.

En conclusión, el impacto de Valerie Thomas se extiende mucho más allá de sus contribuciones técnicas. Ella representa un modelo a seguir para aquellos que luchan por la equidad en los campos de la ciencia y la tecnología, y su legado continúa inspirando a muchos a seguir sus pasos.

Ante la hecatombe que se cernía sobre el mundo, Colibrí, Paloma y Luciérnaga salieron a buscar nada menos que la paz. Cruzaron toda América latina hasta llegar a la Antártida. Se toparon con tucanes del sur de México, quetzales de Guatemala, cóndores de los Andes y pingüinos emperadores en la parte más austral del continente. El colibrí deseaba ser el pacificador porque no estaba contento con el destino que Huitzilopochtli le había conferido: ser un ave guerrera. Pero tendría que dejar su canto a cambio.

Tierna historia contada por una niña, pero destinada a toda la familia. La pequeña Marga relata la convivencia con su abuelita que, como todas las abuelas, recuerda interesantes experiencias de otra época, canta bonitas canciones de su infancia o hace sabrosas tartas de manzana, pero en algunas ocasiones pierde la memoria; con lo cual nos introduce a la cruda realidad de muchas familias contemporáneas: la pérdida de la memoria de los ancianos y la dificultad de la familia para adaptarse a esta situación. Marga adora a su abuela y la ayuda a superar la falta de memoria hasta que un día...

Es difícil ser el nuevo niño en la Primaria Carver. Gavin tenía muchos amigos en su anterior escuela, pero aquí los niños parecen no saber que es bastante bueno andando en patineta o lo bueno que es jugando al fútbol. Cuando su amigo Richard lo visita y los niños se meten en problemas, Gavin no solo corre el peligro de perder a su único amigo nuevo, sino que además debe cuidar a la horrible perrita de su tía abuela Myrtle como castigo. Para empeorar aún más las cosas, Gavin parece haber llamado la atención de un bravucón en la escuela. ¿Podrá evitar ser golpeado en el parque...

En su casa, la viejita se aburría. Ya nadie la venía a ver y ella ya no veía a nadie. Sólo estaba el reloj de la cocina para ver cómo pasaba el tiempo. Hasta que un día se aparece la Señora Muerte y todo eso cambia. Para entretenerla, la viejita preparó un buen té de China bien cargado. —¡Mmm, qué delicioso té!, se alegró la Señora Muerte chasqueando la lengua. —Es verdad —contestó la viejita—, y es todavía mejor con unos polvorones de canela. Entonces la viejita se puso a cocinar... Cinco minutos más o cinco minutos menos, ¿qué importa?