El Hada de Fuego

JESSICA PIENSA PASÁRSELO «DE MUERTE» EL ÚLTIMO CURSO DE INSTITUTO. LO QUE NO SABE ES QUE UN «NO-MUERTO» YA HA PLANEADO TODO SU FUTURO... Un misterioso estudiante de intercambio llamado Lucius Vladescu irrumpe en la vida de Jessica asegurando que ella es una princesa vampira nacida en Rumanía y que él es su prometido para toda la eternidad. El chico es arrogante, impertinente, protector hasta la saciedad y, para colmo,... ¡muy guapo! Con ayuda de la Guía del vampiro adolescente: sexo, salud y vida interior, Jessica deberá descubrir cómo pasar de ser una simple adolescente a...

In this beloved tale, the Little Red Hen makes delicious bread that her lazy friends can't resist. Children will eagerly continue reading to see what she will do when everyone wants a taste! This title, retold in English and Spanish, is an excellent skill-builder for reading and foreign language comprehension. Between the covers of this 32-page book is a classic tale of magic, imagination, and inspiration that delights children again and again. The stories in this series capture children's interest and spark their imagination page after page. With captivating illustrations, this 8" x 8" book...

Colección de 32 cuentos basados en palabras con la A, con la B, con la C..., y así sucesivamente, hasta completar los 32 sonidos del abecedario. Las palabras clave de cada doble página aparecen en forma de pictogramas (dibujos que sustituyen a palabras). Textos sencillos y divertidos con muchos protagonistas animales y con juegos al final de cada cuento.

Desparpajada, respondona pero irremediablemente entrañable, Alicia, la niña del país de las maravillas es el único personaje de los cuentos infantiles capaz de sostener una conversación con una oveja y convertir un pedazo de tierra en la orilla del río. —¿Cómo podrá tejer al mismo tiempo con tantas agujas? —preguntaba la niña, desconcertada—. Y a cada minuto saca más y más..., ¡ni que fuera un puercoespín! —¿Sabes remar? —le preguntó la oveja, pasándole un par de agujas de tejer mientras le hablaba. —Sí, un poco... pero no en tierra... y tampoco con agujas de...