El diablo en Madrid

Continúa el viaje de Avir, Karka, Esh y Mayim, que tras afrontar los peligros del reino de Aire se encuentran ahora atravesando una tierra árida y desolada. El fértil y floreciente reino de Tierra está a punto de sucumbir a la sequía que ha causado el Enemigo, que tal vez espere a los jóvenes elegidos en la misma capital, Rocantigua. Desde las inestables colinas fronterizas y el subsuelo de la capital hasta llegar por fin a las lejanas Colinas de Dorim, los chicos seguirán la búsqueda de la legendaria Llave de Tierra a través de peligros y misterios, pero también sacarán a la luz...

Esta historia nos habla de una niña llamada Laura que desde pequeña le gustaba el futbol como a muchas mujeres de hoy en día en el mundo, era una niña que mostro su habilidad para jugar mucho mejor que sus dos hermanos mayores. Ella tanto en el quinder como en la primaria se distinguía de las otras niñas porque ella prefería jugar futbol o pelota que, a las muñecas, a la casita o a la comidita. Y sus padres la juzgaban por no actuar cómo una niña linda y encantadora, pero ella con el paso del tiempo nunca dejo de luchar por su sueño de ser una gran jugadora de futbol. Y en esta...

Josefina tiene mucho que hacer: la Navidad está a punto de empezar y todavía tiene que ayudar al cartero a repartir muchos paquetes. Cuando termina sus tareas, ni corta ni perezosa, se dispone a regresar a la granja, pero cada vez nieva más fuerte. Josefina no encuentra el camino: ¿conseguirá llegar a casa a tiempo o se quedará sin regalos? Después de " Josefina al acecho " , una nueva aventura de la vaca que disfrutaba más repartiendo el correo que espantando moscas con el rabo.

Ante la hecatombe que se cernía sobre el mundo, Colibrí, Paloma y Luciérnaga salieron a buscar nada menos que la paz. Cruzaron toda América latina hasta llegar a la Antártida. Se toparon con tucanes del sur de México, quetzales de Guatemala, cóndores de los Andes y pingüinos emperadores en la parte más austral del continente. El colibrí deseaba ser el pacificador porque no estaba contento con el destino que Huitzilopochtli le había conferido: ser un ave guerrera. Pero tendría que dejar su canto a cambio.