El Cordero Perdido

Aunque Randy es amado en casa, odia ser pobre. Cuando se le ofrecen dos deseos, rápidamente desea que todo lo que toca se convierta en oro. Mientras sostiene su perro de oro sin vida, se da cuenta de que la felicidad es más que posesiones. Su último deseo lo transforma.

En la presente entrega Sergio, a quien conocimos en Bástian, siempre seremos amigos, describe con evidente desenfado sus traviesas aventuras las cuales nos remiten al tipo que, desvergonzadamente, va disfrutando de su atolondrada existencia: cometiendo errores, haciéndose de novias que al poco deja como si nada; degustando, como cosa importantísima, de la amistad con Bástian, Jandy y Javier; peleando con el hermanito, afrontando la voz materna y los regaños consecuentes de las niñas que ni entiende ni lo entienden y que le producen dolores de alma y de cabeza. Por último, y no menos...

Es el cumpleaños de Caracol y sus amigos le llevan cada uno un regalo. A Caracol le parecen un poco extraños. Para qué quiere él unos clavos o unas castañas? Pero sus amigos le conocen mejor de lo que él creía, porque todos esos regalos juntos ¡pueden cumplir su deseo!

Cerca de all , en una caverna medio escondida, habitaba un monstruo enorme, que nadie conoc a bien a bien...