El cocuyo y la mora

Faltaba una hora para el té y Bessie se aburría, su libro era bobo: cuentos de hadas. ¡HADAS! Tendrán la sensatez de no vivir por aquí , pensó mirando hacia la oscura calle. ¿Por qué los libros no tratan de cosas reales en vez de inventar cosas todo el tiempo?

Frente a la fuente de deseos, Emilio tiró una modena y, cerrando los ojos, pidió tener una mascota. ¡Pero una de verdad! Ya estaba harto de pedirle a sus papás que le compraran una y que su mamá siempre le contestara ¿Para qué más mascotas? Ahí tienes los peces que te compré en la tienda. Emilio no podía entender por qué su mamá le llamaba mascotas a unos (bichos) que vivían prisioneros en una pecera, que abrían la boca sin hacer ruido y que, para colmo, no podía acariciar.

Bibi tiene una vida difícil: es huérfana de madre y su padre no trabaja. La niña consigue dinero de cuidar a los hijos de señoras ricas. Aun así, Bibi es feliz, con gente que la quiere. Una serie de eventos y malentendidos la obligan a separarse de su amado padre. ¿Qué será ahora del mundo de Bibiana? José Luis Olaizola nos presenta un personaje tenaz y valiente que se sobrepondrá a las adversidades pase lo que pase.

When Curious George is invited to break the piänata at Betsy's birthday party, but cannot find it after he has been blindfolded, Steve suggests he practice using his other senses by following Charquie the dog around town.