Corsarios de Levante (Las aventuras del capitán Alatriste 6)

�He tenido cinco perros. No hay compa��a m�s silenciosa y grata. No hay lealtad tan conmovedora como la de sus ojos atentos, sus leng�etazos y su trufa pr�xima y h�meda. Nada tan asombroso como la extrema perspicacia de un perro inteligente. No existe mejor alivio para la melancol�a y la soledad que su compa��a fiel, la seguridad de que morir�a por ti, sacrific�ndose por una caricia o una palabra.� Perros de presa adiestrados por gente sin escr�pulos, un chucho mejicano tuerto y digno, el fila brasile�o que no era un asesino, Jemmy y Boxer, que cruzaron el Valle...

La ciudad es un campo de batalla. Un artista callejero lanza desafíos como si fueran bombas. El único arte posible es un ajuste de cuentas. Un encargo editorial pone a Alejandra Varela, especialista en arte urbano, tras la pista de Sniper, un reconocido artista del grafiti, promotor de acciones callejeras al límite de la legalidad -algunas de ellas con resultados fatales- del que casi nadie ha visto jamás el rostro ni conoce el paradero. La búsqueda conducirá a la protagonista de Madrid a Lisboa, y de ahí a Verona y Nápoles en su intento por descifrar cuál es el objetivo al que...

Corso ist Bücherjäger und er erhält zwei neue Aufträge: ein Originalmanuskript von Alexandre Dumas überprüfen und die letzten Exemplare eines Buches ausfindig machen, von dem viele glauben, der Teufel selbst habe es geschrieben. Er ist der Beste, und dazu gehört, sich nicht beeindrucken zu lassen. Doch kurze Zeit später wird Corso beinahe von einem Gerüst erschlagen, dann fast von einem Auto erfasst, und an der Straßenecke steht dieser Mann mit der Narbe im Gesicht, als sei er einem Abenteuerroman entstiegen. Corso ahnt, diese Aufträge kosten ihn vielleicht mehr als seine...

Un encargo editorial pone a Alejandra Varela, especialista en arte urbano, tras la pista de Sniper, un reconocido artista del grafiti, promotor de acciones callejeras al l�mite de la legalidad --algunas de ellas con resultados fatales-- del que casi nadie ha visto jam�s el rostro ni conoce el paradero. La b�squeda conducir� a la protagonista de Madrid a Lisboa, y de ah� a Verona y N�poles en su intento por descifrar cu�l es el objetivo al que apunta la mira mortal del cazador solitario.�En mis novelas siempre hay una �pica, una clase determinada de h�roe. En este sentido...

En el escenario majestuoso de la Ribeira Sacra, �lvaro sufre un accidente que acabar� con su vida. Cuando Manuel, su marido, llega a Galicia para reconocer el cad�ver, descubre que la investigaci�n sobre el caso se ha cerrado con demasiada rapidez. El rechazo de su poderosa familia pol�tica, los Mu�iz de D�vila, lo impulsa a huir, pero lo retiene el alegato contra la impunidad que Nogueira, un guardia civil jubilado, esgrime contra la familia de �lvaro, nobles mecidos en sus privilegios, y la sospecha de que �sa no es la primera muerte de su entorno que se ha enmascarado...

Una celebració per trobar esposa al jove McDougall. Rostres coneguts en un grup reduït. És impossible que res vagi malament... Així i tot, un convidat sorpresa, una família molt especial, un incident fortuït i una dona única aconseguiran alterar el curs dels esdeveniments. Està preparat per a enamorar-se, l'Ewan? Si un home busca candidates per a esposa, no hi ha res millor que fer-ho amb seny. A l'Escòcia de mil nou-cents, l'Ewan McDougall es prepara per actuar amb enteniment. Per aquest motiu, demana ajuda a la més indicada per fer realitat els seus plans: la seva mare. Els...

Diez años en antena... Lo que al principio parecía casi imposible, lo hemos logrado... Casi 3600 madrugadas juntos... Miles de historias, de minutos, de sueños compartidos... Y, sobre todo, de sentimientos... Por eso, ha llegado el momento de abrir los archivos de nuestro corazón, y recordar algunas de aquellas historias de amor, que hemos vivido juntos...

¿Puedes encontrar en un cactus el sentido de la vida? Una gran novela cómica, un diario de viaje absurdo y disparatado de un español vagando por Estados Unidos «Estados Unidos era otra cosa. Uno no iba a California a batirse con la vida, sino a reconciliarse con ella, así me lo imaginaba yo. Ya no tenía veintitrés años, ya no buscaba ningún límite de mí mismo, los conocía de sobra. Al contrario, pensaba que a lo mejor hasta era capaz de ponerme una gorra, tomar coca-colas y creerme que el mundo era un lugar sencillo en el que no merecían la pena las complicaciones. Era tan fácil ...