Las niñas ya no quieren ser princesas

Las princesas de nuestra infancia se han quedado rancias y los lectores de la actualidad no entienden por qué se quedan esperando a un príncipe que las rescate. ¿Qué sucedería si estas mujeres tuvieran un momento de lucidez que las hiciera despertar, tomar las riendas de su vida y romper con ese rol lánguido y aburrido que las convierte en víctimas y cómplices de sus desgracias? ¿Qué pasaría si Cenicienta se rebelase contra su madrastra? ¿Y si Jasmín no quisiera casarse para poder reinar? ¿Qué más podría descubrir Ariel cuando la Bruja del Mar le dé piernas? En Las niñas ya ...