48 horas para resolver mi muerte

"¿Qué le parece si formásemos un club? Lo llamaremos el Club de los Martes. Nos reuniremos y cada uno deberá exponer un problema real y los demás competiremos para solucionarlo." A partir de esta ingeniosa premisa nacen trece magníficas historias policíacas escritas por la hábil narradora británica.

Texto bisagra en la obra de Andrés Rivera, Hay que matar se publicó por primera vez en 1982. Su estilo conjetural y evasivo, hoy característico, comenzaba a imponerse sobre el realismo de los primeros libros. A partir de entonces, el autor ha ido construyendo una historia de los derrotados, como Juan José Castelli en La revolución es un sueño eterno, los revolucionarios de la Semana Trágica en El profundo Sur o los expatriados de Tierra de exilio. Byron Roberts, hijo del galés Milton Roberts, poblador de unas remotas tierras sureñas con unas pocas ovejas y caballos, venga a su padre, ...

Don Paulino es el cura de un pequeño pueblo de provincia. Durante una tarde calurosa de verano tiene que oficiar un entierro. A su regreso del cementerio decide tomar un merecido descanso, pero en vez conseguir dormir una siesta, como era su propósito, lo que consigue es un viaje al pasado que le lleva a recordar su llegada al pueblo. Así, vuelve a enfrentarse a los problemas que pasó, al encontrase de nuevo con una joven mujer que fue su mejor amiga, cuando era un chiquillo.

Paul Stepola desempeña un papel vital en la reacción del mundo contra los extremistas religiosos. Paul disfruta de su trabajo como agente de la Organización Nacional de la Paz, y no le basta con que la ley haya empujado a la religión a la clandestinidad. Está decidido a descubrir a los fanáticos religiosos, a exponerlos y a destruirlos; y para ello dispone de recursos ilimitados. Su cacería lo lleva a revelaciones sorprendentes. Ocurren cosas sobrenaturales que él no puede explicarse. La clandestinidad religiosa los llama milagros. Paul los llama conspiraciones, pero no puede...