Endiabladamente atractivo (Hermanas Atwood 3)

Londres, 1872. En sus corazones, la atracción y la duda se fueron tornado abismo, deseo..., amor. Frances Atwood es una soñadora que plasma todo cuanto siente en resmas de papel. Desde muy pequeña, un solo deseo ronda por su mente: hacerse un hueco en el mundo de las letras. Admiradora de Jane Austen o de Christina Rossetti, Frances dista mucho de ser una jovencita casadera centrada en encontrar marido. Pese a ejercer un fuerte atractivo entre los hombres, su interés hacia ellos es prácticamente nulo. Ella se mueve en línea recta, sin curvaturas, sin baches, y es muy probable que no...