Nueva Roma
A lo largo del siglo XVI Sevilla recibió dos visitas reales de gran trascendencia: en 1526 la del emperador Carlos V para contraer matrimonio con la princesa Isabel de Portugal; en 1570 la de Felipe II, que se encontraba en Andalucía tras la pacificación de las Alpujarras. En ambas ocasiones, la ciudad se revistió de galas clasicistas mediante una serie de arquitecturas efímeras. A través del estudio de esos programas decorativos se pueden deducir las aspiraciones de Sevilla, que en un breve lapso de tiempo iba a experimentar un notable crecimiento y una auténtica metamorfosis. En...