Muerte en la Academia
Un bibliotecario de la Academia de la Lengua encuentra unos libros enterrados en la pared de una habitación de una casa de Barcarrota, en la Extremadura lejana. Un judío converso, Francisco de Peñaranda, los había enterrado por miedo a la Santa Inquisición ya que eran libros prohibidos por el índice. Entre ellos estaba el Lazarillo de Tormes, una edición desconocida de 1534. En la Academia celebran la aparición del incunable que es cuidado con esmero durante años hasta que ciertos avatares hacen que haya un asesinato en la Academia y unos episodios que complican la situación. Un...