Libros de Thomas Brooks (4 libros)

Examination of Secret Sins, An - Obadiah Sedgwick (1600-1658) - una introducción y definición del aleccionador tema de los pecados secretos. Juicio final sobre los pecados secretos - Jonathan Edwards (1703-1758) - una visión conmovedora y poderosa del Día del Juicio y la revelación final de las iniquidades públicas y privadas de todo ser humano pecador. Folly, Misery, Guilt, and Danger of Secret Sins, The - Charles H. Spurgeon (1834-1892) - una penetrante descripción de la insensatez y el fin ruinoso de los hombres, mujeres y niños que tratan de ocultar sus pecados de Dios y de los...

Cristo, la Escritura, vuestros propios corazones y las artimañas de Satanás, son las cuatro cosas principales que deben ser estudiadas y escudriñadas en primer lugar. Si alguien abandona el estudio de estas cosas, no puede estar seguro aquí, ni ser feliz en el futuro. Es mi trabajo como cristiano, pero mucho más como vigilante, hacer lo mejor posible para descubrir la plenitud de Cristo, el vacío de la criatura y las trampas del gran engañador; lo cual he tratado de hacer en el siguiente discurso, de acuerdo con la medida de gracia que he recibido del Señor. Dios aceptó una vez un...

No podemos imaginar que conocemos a Dios, si no tenemos comunión con Él. El puritano Matthew Barker define esa santa comunión para nosotros como alguien que camina en el cristianismo experimental. A continuación, Charles Spurgeon argumenta que el nuevo nacimiento establece un principio de vida del que surge la comunión con Dios en todas las almas regeneradas. ¿Cuál es la naturaleza de esta comunión? Benjamin Keach nos da una maravillosa visión general con pensamientos bíblicos que conmueven el corazón. En el primero de tres artículos, John Owen nos introduce en la comunión con el ...

Toda confluencia de bendiciones, tanto para esta vida como para la venidera, del Padre de las misericordias y Dios de todos los consuelos. Os debo más que una epístola a cada uno de vosotros. Pero como el Señor os ha hecho cercanos y queridos unos a otros en más de un sentido, me atrevo a presentaros este tratado conjuntamente. No hay nada en este libro que se refiera al gobierno de la Iglesia o del Estado. El propósito de este tratado es mostrar lo que valen los hombres para la eternidad, y cómo es probable que les vaya en el mundo eterno. No hay más que llevar con ellos, almas...